Invertir en actividad física es bueno para la salud y para los negocios
La actividad física es esencial para una buena salud en general y se ha demostrado que tiene muchos beneficios específicos para la salud física y mental. Los colaboradores físicamente activos tienden a tener un sistema inmunológico más fuerte, tienen mejor capacidad de concentración, son más productivos, tienen una actitud más positiva y pueden afrontar mejor las situaciones estresantes (esto se debe en parte a las endorfinas liberadas por el cuerpo durante el ejercicio).
También puede ayudarlos en los siguientes aspectos:
- Mejorar el funcionamiento mental
- Presión arterial normal
- Mejorar la calidad del sueño
- Mantener un peso saludable y controlar la grasa corporal
- Manejar el estrés
- Mejorar el funcionamiento cardiorrespiratorio
- Aumentar la fuerza muscular, resistencia y reducir las posibilidades de lesiones
- Reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o diabetes tipo 2
Se sabe que hay beneficios claros para los colaboradores, pero también grandes ventajas para las empresas. A cualquier organización le interesa tener una fuerza laboral en forma y físicamente sana. Las investigaciones han demostrado que los colaboradores que realizan al menos 75 minutos de actividad física intensa a la semana pierden un promedio de 4,1 días menos de trabajo al año.
Tener empleados físicamente activos puede conducir a:
- Reducción de enfermedades y días de enfermedad (reducir el ausentismo)
- Mejora de la productividad, el rendimiento y la moral
- Menor rotación de empleados y por tanto, eficiencia en costos
- Mejorar la creatividad y resolución de problemas
- Disminuir el estrés relacionado con el trabajo
- Mejorar la relación entre colaboradores
- Disminuir el presentismo
- Crear una cultura de la salud
Actividades para promover la actividad física en el trabajo
Las empresas tienen la oportunidad de alentar a sus colaboradores a aumentar la cantidad de actividad física que realizan en el trabajo centrándose en una combinación de estrategias individuales (conciencia, conocimiento, comportamiento) y ambientales (instalaciones, tecnologías, políticas).
- Desarrollar políticas para tener horarios de trabajo más flexibles. Comenzar más tarde, terminar antes, tener una pausa para el almuerzo más larga podría ser la diferencia entre que los colaboradores puedan realizar alguna actividad física o no.
- Reuniones de pie o caminando. Si la pandemia global dejó alguna enseñanza es que se pueden hacer más cosas de forma remota, incluidas las reuniones. Anime a implementar más reuniones de «caminar y hablar», ya sea en persona o por teléfono.
- Ofrecer instalaciones adecuadas para realizar actividades físicas. Lo más obvio es un gimnasio interno y duchas, pero esto podría no ser algo posible para las pequeñas y medianas empresas. Una buena alternativa es ofrecer membresías de gimnasios corporativos a un precio reducido.
- Desafíos de actividad física en la oficina, clubes de caminata o carrera a la hora del almuerzo: estas son iniciativas fantásticas y fáciles de implementar y también brindan a los colaboradores la oportunidad de pasar tiempo juntos haciendo algo diferente.
- Escritorios de pie: estar mucho tiempo sentado es tan malo para la salud como no hacer ninguna actividad física. Fomente buenas posturas, pausas activas y estiramientos más frecuentes.
- Educación: si bien esto puede parecer muy básico, resaltar los peligros de un estilo de vida sedentario de una forma proactiva y por los medios adecuados para asegurarse que todo el personal tenga acceso a la información, puede alentar más movimiento por las razones correctas.
Fuente: https://vitalityworks.health/the-benefits-of-investing-in-physical-activity-in-the-workplace/